Antes de procesar estos otros tipos de residuos, es necesario que las fracciones aprovechables se seleccionen antes, mediante sistemas adecuados de recogida selectiva. Por eso todos hacemos una recogida diferenciada de los residuos. Cuantas más fracciones diferentes de residuos se separen, más podremos transformar los residuos en nuevas materias primas y energía.
En Europa, la recuperación del contenido energético de los residuos se lleva a cabo principalmente mediante procesos de combustión directa en instalaciones específicas, equipadas con unidades de recuperación de calor y energía.
Los límites severos, y cada vez más estrictos, de las emisiones a la atmósfera han llevado a desarrollar una sección de tratamiento de humos que, en los sistemas recientemente proyectados, es especialmente sofisticada. Los residuos finales (cenizas, en total no más del 2% en peso de la cantidad inicial de residuos) producidos por las plantas de conversión de residuos en energía pueden reutilizarse en aplicaciones típicas de ingeniería civil, por ejemplo para sustituir los agregados naturales utilizados en los cimientos de las carreteras.
Lo que queda, tras el tratamiento de los residuos, se elimina en vertederos controlados. Los vertederos de diseño moderno, además de proporcionar una eliminación ordenada y organizada de los residuos, están equipados con sistemas para aislar los propios vertederos del medio ambiente circundante, en particular del subsuelo y los estratos subterráneos.
Para ello, los vertederos están equipados con sistemas de contención de los dos principales flujos de contaminantes que producen: los lixiviados, que son una corriente líquida que se acumula en el fondo del vertedero (y que deriva principalmente del agua de lluvia que se infiltra y migra a través del almacenamiento de los residuos); y el biogás que, compuesto por metano y dióxido de carbono (los mismos gases que vimos antes en la degradación anaeróbica), es generado por las sustancias orgánicas biodegradables.
Si se aplican con los métodos adecuados, estos sistemas de contención pueden mitigar considerablemente el impacto ambiental de los vertederos controlados que caen incluso en zonas que presentan algunas criticalidades hidrogeológicas.
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Supongamos que en cierta compañía se producen los siguientes resíduos en una semana: 200 kg de fracción orgánica, 1,200 kg de papel, 400 kg de plástico, 110 kg de metales, 330 kg de cristal, 240 kg de otros residuos. Determinar la composición de productos (porcentaje en peso) de la producción de residuos por material.
Calcule los porcentajes siguiendo el ejemplo siguiente. Si la cantidad total de residuos es 200 + 1,200 + 400 + 110 + 330 + 240 kg = 2,480 kg, entonces el porcentaje por peso de residuos orgánicos puede calcularse así: 200/2,480kg*100 = 8% (la respuesta correcta es b).
Puede comprobar sus respuestas con esta lista (cuidado, los porcentajes están mal ordenados): a) 48,4% b) 8% c) 16% d) 9,6% e) 13,3% f) 4,4%.