Para medir los resultados del desarrollo de una economía circular, una empresa puede implementar un sistema de gestión del rendimiento para que los empleados se sientan alentados a mejorar sus habilidades que estarían relacionadas con el desarrollo de una economía circular. Así, para establecer un gran entorno de trabajo dentro de una atmósfera más ecológica y limpia, el sistema de gestión del rendimiento debería incluir políticas y estrategias de sostenibilidad.
El uso de un sistema global que pueda ayudar a la empresa a recopilar datos puede ser una gran idea para superar las dificultades a la hora de medir dichos datos y los resultados medioambientales conseguidos por la empresa. A la hora de abordar los objetivos y compromisos ecológicos que esta pretende alcanzar, debemos tener en cuenta la importancia de concienciar sobre la sostenibilidad, animando a los trabajadores a ser conscientes de la situación y a participar en el desarrollo de iniciativas ecológicas. Finalmente, el papel de una gestión de rendimiento implementada en un sistema de economía circular sería analizar y obtener un resultado claro sobre el impacto de la empresa y sus objetivos ecológicos, estableciendo metas claras y elaborando planes y políticas que se adapten a estas.